viernes, 29 de junio de 2012

Liberan maras en Santa Cruz

El miércoles 27 de junio de 2012 no fue un día más para la fauna autóctona de Santa Cruz, porque fue la fecha en que se cristalizó un importante paso en el programa de reinserción de maras en la estepa santacruceña, como resultado de una iniciativa del área de Medio Ambiente de la minera santacruceña Cerro Vanguardia, avalada y acompañada por las direcciones de Fauna de la provincia patagónica y de la de Buenos Aires, la ONG Monazoo y los zoológicos de América y Tató Carreta, entre otras instituciones.



En la liberación de estos emblemáticos animales a un predio especialmente acondicionado y cercado de 40 x 50 metros, en plena estepa patagónica –como paso previo a la liberación total, para favorecer su adaptación– participaron representantes de las instituciones mencionadas, el periodista especializado en temas ambientales de C5N Luis Pavesio, y alumnos de la escuela Nº 75 de Puerto San Julián.


Los ocho ejemplares liberados –cinco hembras y tres machos de menos de dos años de edad– provienen de un decomiso efectuado en La Pampa por autoridades de esa provincia hace poco más de un año, que estaban depositados en el zoológico de América, Buenos Aires.


El director de Fauna del Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz, Marcos Clifton, explicó que se trata de “un proyecto que hace casi un año fue presentado por Cerro Vanguardia a nuestra área, y decidimos apoyar porque nos pareció una iniciativa excelente, por lo que desde nuestra función colaboramos en todo lo que nos fue posible”.


Por su parte, Luis Pavesio, que además de la participación en el noticiero de C5N conduce el programa Alerta Verde en la misma señal, contó que “con nuestras cámaras seguimos todo el proceso, desde la selección de los animales que estaban en el zoológico de América hasta su liberación a un predio especial, logrado hoy con el acompañamiento de los chicos, que fueron quienes abrieron la jaula, pasando por todo un proceso en el que se realizaron los análisis de rigor, para asegurar que los ejemplares no hubieran contraído alguna enfermedad durante su cautiverio, y complejos estudios de ADN que aseguraran que se trataba de individuos de la especie que es típica de la región”.


La reintroducción de especies autóctonas extinguidas en determinadas zonas o en vías de que ello ocurra, es una iniciativa que está comenzando a ser utilizada en distintos puntos del planeta, y que tiene antecedentes en Argentina en algunos lugares, como la Quebrada del Condorito, en Córdoba, donde se han reintroducido guanacos y cóndores, con muy buenos resultados. “Es una muy elogiable conducta –afirmó Pavesio– porque se trata de acciones deliberadas del hombre, que fue el mismo que con su conducta influyó en la desaparición de varias especies, y que ahora remedia esos errores, y posibilita que se vuelva a contar con especies animales que ya no veíamos”.


Pavesio aprovechó para destacar la relación de Cerro Vanguardia con la comunidad y las buenas prácticas de la empresa en materia de cuidado ambiental, seguridad y relaciones humanas entre sus trabajadores. “Cerro Vanguardia tiene una relación muy estrecha con la comunidad y con sus empleados, que se nota en el ánimo y la conducta que trabajan con satisfacción, lo que no se ve mucho por estos días”, señaló, agregando que “es un modelo digno de conocer e imitar, que demuestra que con los cuidados necesarios, es posible que la minería conviva con otras actividades y con el cuidado del medio ambiente”.


Más allá del hecho de reintroducir a la mara en la meseta santacruceña –en la que solo se han visto en los últimos tiempos unos pocos ejemplares en la zona de Puerto Deseado, según indicó Clifton–, la acción en sí misma es altamente positiva y saludable, ya que se da la posibilidad a estos ocho ejemplares de volver a vivir en condiciones naturales y en un hábitat a su medida, luego de haber sufrido la caza furtiva, primero, el posterior decomiso y un destino de habitantes de zoológico al que parecián condenados.


Indicó el jefe de Medio Ambiente de Cerro Vanguardia, Fernando Salomone, que fue muy importante el apoyo, asesoramiento y acompañamiento que brindó Monazoo, una asociación de zoológicos argentinos que impulsa numerosos programas de conservación y educación ambiental en distintos puntos del país.


Si bien el costo del programa de reintroducción fue asumido por Cerro Vanguardia, Fernando Salomone aclara que se trata de un esfuerzo conjunto de muchas entidades y asociaciones, “cada una de las cuales aportó lo que estaba a su alcance, como la experiencia, los ejemplares, el asesoramiento y sporte técnico y hasta la tramitación de la gran cantidad de permisos con que se debe contar para realizar una acción de este tipo”.


Los ejemplares cuentan con microchips para realizar su seguimiento y monitoreo, y cuando se produzca la liberación definitiva, fuera del corral que ahora ocupan, se les colocará un collar que permitirá su control y seguimiento satelital en campo abierto.


Las jaulas en que se encontraban las maras fueron abiertas por alumnos de la escuela 75 de Puerto San Julián, quienes en las jornadas previas realizaron estudios sobre hábitos, comportamiento y características de la mara, y se dieron tiempo para confeccionar un recuerdo de tan importante hecho, consistente en una pequeña mara realizada en papel de diario reciclado, que fue entregada a cada uno de los participantes.


La mara es el segundo roedor en tamaño, tiene un promedio de vida de 15 años y es de hábitos monogámicos, formando grupos familiares que se mantienen unidos a lo largo de toda la vida. Alcanza en la edad adulta los 10 kilogramos de peso y entre 65 y 75 centímetros de largo.


El proceso de reintroducción será monitoreado tanto por los profesionales de Medio Ambiente de Cerro Vanguardia, como por las direcciones de Fauna de Santa Cruz y de Buenos Aires. “Es una primera experiencia que nos dejará muchas enseñanzas y que posiblemente nos permita replicarla en un futuro en otras áreas y con ésta y otras especies”, señaló Clifton.


Ajenas a la trascendencia del acto para la futura de las especies animales en riesgo, las ocho maras liberadas corrieron a disfrutar, una vez abiertas las jaulas por los chicos, de un ambiente que les resulta conocido y amigable, del que habían sido violentamente separadas por la mano del hombre, la misma mano que hoy les brinda una nueva oportunidad.

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