jueves, 28 de junio de 2012

El trabajo, una necesidad siempre presente

Con la lentitud con que pronuncia sus palabras de mujer trabajadora, más aun de la Meseta chubutense, Rupertina Cual cuenta cómo es la vida de una persona que sueña con crecer en su lugar de origen, donde las posibilidades son muy pocas y menos las oportunidades que se presentan, como para estar desperdiciándolas.



Hace más de un año está trabajando en el lavadero de ropas que funciona en la localidad de Gan Gan y comenta que le ofrecieron “entrar en este proyecto y me siento muy bien, antes había estado en otros proyectos pero no dieron resultado”.


Rupertina trabaja en dos lugares más y el horario que tiene en el lavadero va de “dos a seis o siete de la tarde, depende la cantidad de ropa que haya para lavar”. El lavadero se instaló en Gan Gan por una gestión de la operadora del proyecto Navidad, Minera Argenta, con el objetivo de poder brindar un servicio a la comunidad y un trabajo a al gente desocupada. Según Rupertina eran varias las mujeres que estaban en el comienzo, “pero después se fueron así que me quedé yo, y me hago un sueldo, por ahora no es mucho pero es un sueldo, aparte tengo los otros trabajitos”.


Hoy Rupertina, como muchos lugareños, ve cómo el crecimiento del pueblo se estanca por la falta de fuentes laborales, además nos da un paneo de lo que puede llegar a pasar si se comienza a trabajar en el proyecto Navidad y lo que implicaría para su comunidad: “Creo que si se abre la minería va a haber más trabajo. Ahora estamos pensando qué es lo que va a pasar en estos meses, por que si se va esta empresa va a quedar mucha gente sin trabajo. Hoy algunas personas no están de acuerdo, pero no se dan cuenta de que acá los jóvenes no tienen empleo”. Desde un punto de vista que resume la realidad de estos lugares, donde la necesidad de mano de obra rural ha disminuido por la caída de la producción ganadera, que era el sostén de muchas familias, esta mujer piensa en el futuro para los jóvenes y argumenta: “yo no tengo un hijo, pero si lo tuviera me gustaría que mi hijo tenga trabajo, me gustaría que los chicos jóvenes no se vayan de Gan Gan. Antes los jóvenes se iban a la esquila o a trabajar por día, pero hoy ya no queda casi trabajo, aparte ese empleo nos es para todo el año, es por temporada y sufrido. Yo veo a mis hermanos como sufren en el campo, todo el día detrás de las chivas, por eso no entiendo cuando la gente está en desacuerdo y dice no a la actividad minera. Yo que pertenezco a la Comunidad Cual veo que algunos de mis hermanos están en contra, pero bueno, espero que se den cuenta por que acá no hay mucha salida para la gente que quiere progresar”. Rupertina se queda pensando, hace una pausa en el mate y continúa amasando los ñoquis, y sentencia, con simpleza: “nosotros deberíamos mejorar como pueblos y poder trabajar dignamente, sin planes, con trabajo seguro”.

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