La Biblioteca Pública, Nacional y Popular
municipal “Aime Payne” tuvo motivos para estar triste. Elvira Mercedes Canale,
quien trabajó en el área durante 28 años ininterrumpidos y fue una de las
principales propulsoras de su crecimiento, se acogió al beneficio de la
jubilación. En la imagen, de pie, la Secretaria de Gabinete municipal, Norma Chumbita (izq), y la "Nueva Jubilada" Elvira Canale (der) junto al Director de Cultura Cristian González y la colaboradora Ivon Berthe, en la cena de despedida
A raíz de esto, sus compañeros de trabajo y amigos
realizaron una cena de despedida, con la leyenda “Elvira=Biblioteca”, en la
cual compartieron sus últimos momentos oficiales de trabajo en la institución.
Decimos oficiales, porque una labor como la desarrollada por Elvira no
finalizará con este retiro en los papeles, sino que continuará con su vocación
hacia el desarrollo de la cultura, esta vez, desde la “Comisión de Amigos de la
Biblioteca”.
Elvira Mercedes Canale ingresó a la Biblioteca el 28 de
marzo de 1984. Apenas finalizados sus estudios secundarios, Elvira se aprontaba
a comenzar su carrera universitaria en Caleta Olivia, donde soñaba con
graduarse de Maestra Jardinera, según expresa, su vocación. Sin embargo, el ex
Intendente Fructuoso Rivera le hizo cambiar de opinión, y le ofrecieron una
beca para estudiar Bibliotecología a distancia en el Instituto de Formación
Docente de Bibliotecología y Museología N°8 de la ciudad de La Plata, algo a lo
que finalmente accedió.
Con el correr del tiempo, esa pequeña biblioteca de 5
estantes que se encontraba ubicada en el Colegio N°14 comenzó a crecer, con su
traslado a la Estación de Ferrocarril primero, y con su definitivo asentamiento
en las calles Urquiza y Sarmiento, desde el año 2005. En todo este desarrollo,
Elvira siempre estuvo presente.
A la hora de realizar un balance de estos 28 años como
bibliotecaria, Elvira expresó que “para mí fue maravilloso. No fue un trabajo,
fue un placer, lo tomaba como una recreación, nunca me pesó, fue súper
positivo. Me voy orgullosa de haber formado parte del personal de la biblioteca,
donde entre sin querer, y me fui sin querer, porque no quería jubilarme, mi
idea era seguir, y seguramente lo vamos a seguir haciendo de manera
voluntaria”.
“Quiero agradecer a los jefes que me han entendido y dejado
laburar con total libertad y soñar… es importante saber que no te van a
reprimir y decir no... La Biblioteca está en mi corazón, es mi segunda casa.
Estoy convencida de que trabajar para mi comunidad es maravilloso, y que
nuestro pueblo tenga una biblioteca que tenga un reconocimiento de otras
localidades, la continuidad de la feria del libro durante tantos años, haya o
no presupuesto, son cosas que hay que valorar”, añadió.
“Quiero decirle a mis compañeros muchas gracias por el
tiempo que le dan, nada hubiese sido posible si la gente no me hubiesen apoyado
sin que yo tenga un cargo, y gracias también a las ultimas comisiones de amigos
que hubieron desde el 95, que fueron nuestro bastoncito en la lucha de los
libros y la biblioteca”, finalizó.
PRENSA MPT

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