Hace tres años comenzaron los ensayos en algunas regiones de
Neuquén y Chubut, donde están instaladas varias empresas semilleras que encaran
trabajos con soja y maíz.
En la actualidad, con el apoyo del Ministerio de Agricultura
y de la Subsecretaría de Agregado de Valor, que conduce Oscar Solís, se está
realizando un ensayo con varias firmas semilleras para evaluar rindes,
variedades y potencialidades de los cultivos.
En diálogo con Télam, Solís contó que "en la zona del
Valle Inferior del Río Chubut están los ensayos, donde todas las empresas
aportaron materiales".
"Si bien la siembra comenzó hace poco, hay que destacar
toda la potencialidad que tiene el valle, que llega a las 80 mil hectáreas. Hay
que desmitificar que no se pueda hacer soja y maíz en la Patagonia",
enfatizó el funcionario.
La empresa que lleva más tiempo trabajando en la zona es
Nidera, que tiene ensayos en la zona de Gaiman y en Colonia Sarmiento, en la
zona Sur de Chubut.
Allí se vienen realizando trabajos de soja y maíz con buenos
resultados, basándose en el riego por aspersión y en el fortalecimiento del
suelo con nutrientes.
Marcelo Palese, de Nutrientes de Nidera, explicó que
"la soja y el maíz en la Patagonia tienen un horizonte promisorio".
"Hoy por hoy la provincia más avanzada es Neuquén, lo
que se necesita es la conducción del agua. En la actualidad existe un riego
personalizado, por aspersión, y un muy buen tratamiento de suelo",
explicó.
Pelase dijo que "en esta zona son suelos vírgenes en
producción, y si bien no son tan ricos, hay que darle un sustento que es agua y
dotar de una buena base al suelo, preservando ese recurso suelo en el
tiempo".
"La región tiene muchos pro como que no hay
enfermedades, pero ahora es tiempo de concentrarse en que de acá a 3 o 4 años
hay que mejorar el suelo con correctores, agregar nitrógeno, fósforo y
demás", explicó.
Otro inconveniente es que en la zona el período de
producción es corto y va de octubre a febrero. ESto hace que el interés se
focalice en soja y maíz de ciclo corto.
Otro de los aspectos que perjudican los cultivos es el
viento, que puede cortarse con cortinas forestales, muy comunes en la zona.
Respecto a las semillas, Pelase explicó que en Nidera están
utilizando variedades traídas en parte desde Canadá por una cuestión de latitud
y clima similar, que hasta el momento están danto resultados "muy
interesantes".
Según explicaron desde Agricultura, el destino potencial del
maíz es en su mayoría forrajero y la intención es hacer de la región y una zona
productiva ganadera, con feedlot de trabajo intensivo.
Por el lado del riego para la región, ya hay trabajos en la
zona y se espera que para los próximos meses esté terminada la reconstrucción
del trayecto de riego del Río Chubut, una obra de 25 millones de dólares que
ejecuta el Programa de Servicios Agropecuarios (PROSAP), que conduce Jorge
Neme.
Neme explicó que las obras "beneficiarán tanto a los
productos típicos, como frutas finas, y a los emprendimientos maiceros".
"Hay muchos proyectos en ejecución y otros tantos en
carpeta, la idea es que no falte agua para ningún cultivo y se puedan realizar
todos los proyectos productivos", concluyó.
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